sábado, 15 de enero de 2011

Todavía creciente.


Hoy la noche se restregó conmigo y me hizo suya. Me restregué con ella a solas y acompañada. Fue y vino así, como vaporizada. Fue y vino y se volvió a largar como para recordarme que no me pertenece. Que ella hoy y siempre, puede hacer lo que le de la gana.


Fue mi preza, por algunos momentos. Pero más en sus garras estuve yo atrapada, sin quejas, encantada con los rasguños. Hoy la noche no me permitió hacerte parte de ella, hoy no quiso olerte. Hoy no te vi ni cerca, pero si toque otros cabellos.Y hoy la noche fue para mi, aunque los demás creen que fue para ellos.


¨Tu animal totémico es el buho. Eras india en otra vida. Está confirmado.¨ Parecería algo raro la coincidencia.


¨No quería vivir con el peso de vivir a las expectativas de poder rasgar aunque sea un poco, la perfección de un buho. Son majestuosos, tan poco humanos.¨ Murmuré y me sacudí las plumas.


Si pero son de la noche y yo también. Eso tal vez, nos hace tener algo en común, además de los ojos grandes y las dificultades para dormir. No puedo mover el cuello completamente, 360 grados de flexibilidad aviar, pero puedo volcar patas arribas a tus deseos. Si solo la noche me lo permite.


Los buhos duermen de día.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario