miércoles, 30 de enero de 2013

Nostalgialismos (o La ironía de la falta de informaciones en la era de la información)


Y esta es la página que designé para escribir las notas y consejos o tal vez directrices que esperaba mis jefes me comentaran en la reunión a la cual fui citada. Pero no tuve nada que escribir, ni mucho menos tiempo. Rápidamente me dijeron para que estaba allí.
"Despedida".

Sentí las lagrimas pulsar tras mis ojos,pero me concentré lo suficiente como para controlarlas. Se mantuvieron en el ,'pare' que mi mente creó tras mis párpados.

Fueron pocas las razones para tomar la decisión. Fue dificil, decían. No me gusta tener que decirtelo, explicaban. Hiciste un trabajo muy bueno, eres bien buena,mucho potencial, me consolaban.

Feliz año nuevo. Comenzarás este nuevo calendario con esta otorgación de carta de cesantía. No dudes en pedir que te recomendemos, pero no te queremos aquí.

Esto de ser adulto y anarquista no se acopla. Esto de crecer y tener ansias no mezcla. Esto de cumplir 25 años no se entiende.

Dicen los psicocientíficos y (men)terapeutas que es un estado de crisis, este cuarto de vida y edad. Un cuarto de vida no es suficiente pero también es más que lo deseado. Es un enigma. La crisis del cuarto de edad, o en realidad más del cuarto...ya que luego de uno ser despedido, uno desea no salir a ningún lugar y permanecer en el cuarto por largos espacios de tiempo.

Esto de que te despidan en año nuevo es casi cosa de guión de serie de TV. Un dark comedy que utiliza mucho el elemento de la ironía. Parecería una broma bien pesada. Pero es un momento muy real. Es una bofetada al ego. Es regresar a ser la que escogieron última para el equipo de Kickingball...el equipo que te permitirá no depender de otros,ser independiente,dejar de ser una nena de mami, la posición que legimita tus estudios.

Pero pues, ¿que hubiera hecho Luisa Capetillo?Probablemente mandar al carajo a sus patronos y salir con los pantalones bien puestos a organizar un grupo de campesinos de la caña. Pero ya no hay caña,por lo menos no aquí. No hay mucho sembrado en realidad, por lo menos nada que de fruto. Aquí se siembran cosas que no producen. Sembramos incertidumbres, ideologías retrógradas y vergüenzas de colonialismos...y esas plantas tienen muchas raíces pero no florecen. Y como todos probablemente saben,para tener frutas hay que primero tener flores.

Igual, ya no florecen Luisas Capetillos, porque hay demasiados McDonald's para permitirlo y a la vez nadie se encarga de leerle a los trabajadores. Los trabajadores ya no necesitan que se les lea.

Porque el que trabaja, es decir, la mayoría de los componentes de esta cosa que llamamos sociedad, no necesitan más que cumplir con el mínimo necesario y seguir instrucciones. No es bueno que el trabajador lea, porque después pregunta. Y no es favorable que pregunte,porque así aprende.

Tal vez esto es el remedio que andaba buscando para regresar a fungir letras. tal vez es simplemente mi atracción ante la ironía, esto de escribir sobre haber perdido un trabajo donde me pagaban por escribir. Aunque casi todo era cortar y pegar palabras ajenas,pero de vez en vez podía utilizar este vocabulario que he cosechado en el hipotálamo. O donde sea que se maneja el lenguaje. Ya que no soy neuróloga pero si escritora, permitiré que mi licencia poética se ponga por encima de la ciencia que estudia el proceso cognitivo y la masa encefálica. Y nombraré erroneamente áreas del cerebro sin importar su veracidad.

Siento decir que me han roto el corazón,aunque nunca llegué a amar,como quiera duele. Se remonta a la niñez y la búsqueda por la aceptación, y al hecho de que no tengo dinero, pero eso es secundario. El cheque era superfluo.

Y aunque probablemente esto sea una bendición para mi espíritu que a diario luchaba entre lo que debo y lo que se quiere,pues me negaba a publicar titulares sexistas, noticias de faranduleo y la ocasional entrada sobre como rebajar 10 kilos para lucir espectacular en un bikini, como quiera me gustaba.

Esto de buscar trabajo no me apetece y sentí, en mi ingenuidad, que me estaba convirtiendo en adulta. Pero el lloriqueo post-traumático me confirmó rápidamente que sigo siendo igual de niña que cuando lloré en aquella fiesta en sexto grado. Debido a que ningún nene me sacó a bailar porque tenía pelo rizado, trabajo de ortodoncia y unos kilos de más que muchas veces se han puesto un bikini y sentido espectacular.

Es mucho lo que me falta por entender,pero si se que hay algunas cosas que jamás comprenderé. Como por ejemplo el afán por el reggeaton ,las 11 dimensiones que propone la teoría de cuerdas, el estatus político que presenta el ELA, las personas que le hacen daño a sus mascotas y los establecimientos de comida rápida que tienen campañas ambientalistas.




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