No se si fue por temer a que decirte o a tal vez hablarte demasiado, pero callé. Tus susurros en binario se aparecieron en la pantalla y no sabía a que responderle, o cómo. Me dio cosquillas el pensarte dentro de mis costillas. Eras, un aire que jugaba en mis adentros o tal vez un pulgar que aplastaba partes de mi pecho. Fuiste pulsaciones en la cien, rodillas contra mis tobillos, fuiste lágrimas con sabor a miel.
Me enriqueciste la piel. Pero a lo lejos. Sobre el reflejo. Fuiste todo lo que no pudo ser. Fuiste rufianes aislados del rey. Fuiste tu. Fuiste yo. Fuiste todos los que no sabíamos ser. Refugiaste, adoraste, resististe a todo... bien.
Ahorcaste los suspiros, por última vez.
Res.
Diez.
Tez.
Es.
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