Escúpeme con tus vocablos
restriégame tus fonemas en la piel
Résame un Padre Nuestro
un ¡ay bendito! y un Amén.
Tócame sin mirarme,
convócame con tu aire,
rompe todo,
recupera,
sorprende a la ligera.
Que nunca pasó.
Que pasó... eternamente.
Résame que me guste
que te exija
prismas.
Visualmente exquisito
fue escucharte pronunciar,
con aquel último aliento.
Padre nuestro
ResponderBorrarque entre sus piernas
bendices nuestros
pecados.